Este domingo 8 de enero arribó a la Ciudad de México el Presidente de Estados Unidos, Joe Biden, y en el Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles ya lo esperaba su auto presidencial conocido como "La Bestia", un vehículo capaz de resistir el impacto de un misil. "La Bestia", formalmente bajo el nombre Cadillac One, es una …
Este domingo 8 de enero arribó a la Ciudad de México el Presidente de Estados Unidos, Joe Biden, y en el Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles ya lo esperaba su auto presidencial conocido como “La Bestia”, un vehículo capaz de resistir el impacto de un misil.
“La Bestia”, formalmente bajo el nombre Cadillac One, es una limusina de la marca Cadillac la cual tiene una longitud de 5.50 metros por 1.80 de altura. Su chasis está protegido por una combinación de acero, aluminio y titanio con lo cual permite resistir el impacto de un misil de medio alcance. En tanto, las ventanillas poseen un blindaje de 20 centímetros de grosor, formado por varias capas capaz de resistir impactos de alto calibre y mantener al Presidente intacto ante una ráfaga de balazos.
El depósito del combustible está forrado por espuma aislante para evitar cualquier tipo de explosión ante un ataque. Aún así, la Bestia está sellada y en su interior tiene su propio suministro de oxígeno en caso de un ataque con armas químicas y se presume que contiene suministros con el tipo de sangre del Presidente en turno así como un botiquín y aparatos médicos de última tecnología.
En la parte frontal contiene una cámara de visión nocturna y está equipada con una gran cantidad de armamentos como ametralladoras en ambos costados, tubos con expulsión de gases lacrimógenos, sistema de lanzamiento de granadas y si a alguien “se le ocurre” tratar de abrir cualquiera de sus puertas recibirá una descarga eléctrica de 120V.
El peso de este “Bunker sobre ruedas” es de 10 toneladas por lo cual requiere un motor Turbo Diesel de 6.6L con ocho cilindros y el cual brinda una potencia de 300HP. Puede alcanzar una velocidad máxima de entre 100 y 125 km/hr y el conductor del Cadillac One debe ser un agente del Servicio Secreto, quien debe aprobar rigurosos exámenes físicos y de confianza con capacidades de manejo para eludir ataques o persecuciones de terroristas.
Basta mencionar que el vehículo tiene su propio GPS, teléfono satelital y conexión directa con el Pentágono y con el Vice Presidente de los Estados Unidos.
“La Bestia” nació bajo la administración de Barak Obama en 2008, rediseñado por Donald Trump en 2016 (a quien se le ocurrió la idea de asignarlo como “Pace Car” en las 500 millas de Daytona) y ahora bajo el uso de Joe Biden, quien ha solicitado que en un futuro contenga un motor eléctrico. ¿En qué periodo veremos el “Cadillac One EV”?
